Recientemente hemos finalizado en CADOR las obras de la nueva sede de ARMANI en el Campo de las Naciones de Madrid.
Ha sido sin duda, un proyecto exigente, con plazos de diseño y ejecución muy reducidos. Esta circunstancia no es en sí misma nada que resulte extraño en nuestro sector, aunque en este caso el estricto cumplimiento de fechas tiene una especial relevancia. Esto se debe a que la sede no es sólo la oficina de ARMANI en España, sino que es también, y sobre todo, un ShowRoom donde la multinacional italiana desarrolla parte de su negocio, y que no puede verse en modo alguno afectado por un fallo en los tiempos de ejecución.
La oficina integra una sala de prensa y la exposición mencionada, donde se muestran las nuevas colecciones de las distintas divisiones de la marca a sus clientes antes de ser lanzadas al mercado. En estos espacios se cierran cada día importantes acuerdos comerciales.
Esta experiencia nos permite hacer algunas reflexiones acerca de si las empresas en general, obtienen un rendimiento óptimo de sus oficinas desde el punto de vista comercial. Evidentemente compañías de servicios y de otros muchos sectores no necesitan un espacio de venta donde mostrar productos tan singulares, atractivos y reconocidos como los de ARMANI. Sin embargo ¿por qué no disponer de espacios diseñados para invitar al cliente a que nos visite, para mantener reuniones con él, celebrar una comida de trabajo o simplemente que conozca mejor nuestro BackOffice?
Pocas cosas transmiten tan bien los valores de una empresa cómo su sede corporativa si ha sido diseñada de acuerdo con ellos. Cómo dice el dicho “para conocer bien a alguien hay que ir a su casa”
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