A veces no hace falta tirar tabiques y pintar las paredes para darle un nuevo aire a tu oficina. Sólo cambiando el mobiliario, o incluso la disposición del mismo, podemos renovar la imagen del lugar de trabajo. ¿Pero cómo saber si los nuevos muebles son los adecuados?
El primer punto importante a tener en cuenta es el presupuesto que quieras gastar en la adquisición de los nuevos muebles, ya que condicionará el lugar donde los compres. La marca, el diseño, los materiales y la calidad irán encareciendo o abaratando los costes.
Párate a pensar qué utilidad querrás darle a cada mueble y la durabilidad del mismo y te ayudará a decidir en qué piezas quieres gastar más o menos. También ten en cuenta que un cambio de muebles no es algo habitual, así que a veces compensa pagar por un mueble hecho con materiales garantizados un poco más y que duren el tiempo suficiente.
El otro aspecto clave a la hora de comprar muebles es la medida y los espacios. Antes de comprar una pieza por su atractivo o práctico diseño hay que saber el tamaño del espacio y ver si encaja con las medidas sobre plano. Hacer esquemas de cómo quedarían las salas te ayudará a saber el tamaño aproximado que debe tener un mueble.
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Otro factor a tener en cuenta es la elección de los colores, ya que debe combinar con el resto de elementos de la oficina como el tono de las paredes y la decoración. No te quedes con lo primero que veas, buscar el mueble perfecto es una tarea que lleva su tiempo.
Y, por último, la ergonomía. Recuerda que además de una apariencia moderna, elegante y una utilidad práctica (fisiológica y anatómica), deben ser muebles ergonómicos ya que los vas a usar a diario.
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