En muchas ocasiones la prensa, e incluso las revistas especializadas, se refieren los espacios de coworking y los espacios flexibles como sinónimos, y sin embargo, hay diferencias entre ellos. De hecho, los espacios de coworking son un tipo de espacios flexibles, pero no son los únicos. Es este artículo te explicamos los distintos tipos de espacios flexibles que hay, y las diferencias con los coworking.
Los espacios flexibles han surgido para dar respuesta a una necesidad creciente de empresas y autónomos. Poco a poco se han ido adaptando a las distintas necesidades y demandas, creando espacios mixtos en los que conviven zonas comunes y privadas.
Todos los espacios flexibles se ofertan completamente equipados con Internet, mobiliario, impresoras, servicio de recepción, salas de reuniones, etc. y permiten entrar a trabajar desde el primer momento, sin tener que encargarnos de nada. Este tipo de espacios son muy variables, y en muchos casos terminan convergiendo e hibridando entre sus diferentes categorías, por lo que es necesario pensar en los espacios flexibles como un abanico de posibilidades, más que un catálogo de opciones inconexas.
Estos son los principales tipos de espacios flexibles que podemos encontrar en nuestro país:
Centro de negocios: Son despachos privados que incluyen todos los servicios, además cada vez incorporan más zonas comunes, y se pueden contratar servicios adicionales de formación. Normalmente los solicitan tanto autónomos como empresas.
Espacios para eventos y reuniones: Salas que se alquilan por periodos muy cortos de tiempo -días o incluso horas- para la celebración de reuniones, eventos, workshops, etc. Están equipadas con todo lo necesario, y son demandas por todo tipo de perfiles.
Soluciones llave en mano: Se trata de un espacio alquilado normalmente para una empresa, que se adapta específicamente a las necesidades de ésta. A cambio de una cuota mensual la empresa puede despreocuparse de todos los servicios, el mantenimiento, y las necesidades del espacio, que serán cubiertas de manera específica y personalizada para que pueda realizar su actividad.
Aceleradoras e incubadoras: Estos espacios están dirigidos a las empresas start-ups, suelen ser espacios completamente abiertos para facilitar al máximo la colaboración, ya que el principal reclamo de estos espacios es que permiten trabajar con mentores por un tiempo determinado, con el objetivo de conseguir ayuda para lanzar la empresa.
Los espacios de coworking: Aunque no hay una definición universal de los espacios de coworking, habitualmente los diferencia el hecho de que no existen dentro de ellos espacios privados, y toda la actividad transcurre en los espacios comunes. Estos espacios ponen el énfasis en el intercambio de información y la creación de sinergias entre profesionales de un mismo sector. Suelen utilizarse principalmente por autónomos y pequeñas empresas, ya que les facilita socializarse y mantenerse en contacto.
Cada vez más empresas y compañías se interesan por los espacios flexibles como un medio para retener y atraer talento, especialmente el talento joven de las nuevas generaciones. Las nuevas tecnologías también favorecen la movilidad y la flexibilidad en el trabajo, permitiendo desarrollar las tareas en diferentes ambientes. Por eso cada vez hay más tipos de espacios flexibles, y soluciones adaptadas para las necesidades de las empresas y autónomos.
¿Cuál sería tu espacio flexible predilecto para desarrollar tu trabajo?
También te puede interesar: 5 consejos para crear el espacio de trabajo ideal