Cuando estamos a gusto con nuestro espacio de trabajo, la vida se ve de otro color. Los lunes por la mañana se hacen menos cuesta arriba cuando te sientes en la oficina como en tu segunda casa, con un espacio de trabajo que te hace sentir cómodo, valorado, y te invita a superarte.
Disponer de un espacio de trabajo ideal es el primer paso para que los trabajadores puedan desarrollar todo su potencial, revertirlo en la empresa, y mejorar la productividad.
¡Aquí te ofrecemos los mejores consejos para crear ese espacio de trabajo ideal!
El primer paso para que los empleados se sientan bien en el espacio de trabajo, es contar con un mobiliario ergonómico que nos ayude a cuidar de la salud. Una silla ergonómica, con reposabrazos y reposapiés, y una mesa regulable en altura, permitirán que los empleados no solo estén más cómodos, además evitarán lesiones musculares y contracturas a largo plazo.
Los colores influyen directamente sobre el estado de ánimo de las personas, y repercuten también sobre su estado psicológico. Para hacer un uso inteligente del color, lo más recomendable es usar una paleta clara y neutra para la mayor parte de los elementos, como las paredes. Un ambiente con predominancia de colores claros transmite la tranquilidad necesaria para desarrollar el trabajo adecuadamente y sin estrés. Para introducir toques de color más vibrantes, que también motiven a los trabajadores, es buena idea utilizar elementos pequeños, e incluso detalles de decoración.
Los elementos naturales tienen la capacidad de hacernos sentir mejor, más relajados e incluso creativos; pero además de los beneficios psicológicos, también aportan un bienestar físico. Las plantas purifican el aire, una fuente de agua en movimiento ayuda a que el ambiente no sea demasiado seco, y la luz natural previene tanto los dolores de cabeza como los problemas de visión. Introducir algún elemento natural y disponer de luz natural mejorará instantáneamente cualquier espacio de trabajo, tanto estéticamente como funcionalmente para el trabajador ideal.
No hay nada más molesto que la falta de recursos para poder desarrollar el trabajo con fluidez. Tener que levantarse una y otra vez para imprimir un papel, coger folios, hacer una llamada o cualquier otro inconveniente interrumpe la concentración el estado de flujo de los trabajadores. Si dotas los espacios de trabajo con los materiales necesarios, y la tecnología adecuada los empleados se sentirán mucho más cómodos y se notará en su rendimiento.
Los espacios de trabajo bonitos es un valor añadido, el entorno influye mucho en la percepción que las personas tenemos del trabajo que realizamos. Además de cuidar el diseño de oficina y la estética, la incorporación de algunos detalles hogareños en los espacios de trabajo hará que los empleados se sientan como en su segunda casa. No se trata de decorar la oficina como el salón de casa, sino de pequeños elementos que ayuden a limar el ambiente corporativo y les haga sentir “parte de la familia”.
Con estos consejos conseguirás un despacho ideal a todos los niveles para tus empleados, y ¿por qué no? ¡También para ti!
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