Si tuviésemos que definir en una frase qué es el diseño biofílico podría resumirse como la corriente arquitectónica que utiliza elementos naturales para conectar al ser humano con la naturaleza. La vida en las ciudades a menudo está ligada al estrés, los horarios y una actividad frenética que ha hecho que perdamos de vista la importancia de la naturaleza para nuestra salud mental y física.
Párate a pensar un momento, ¿hace cuánto no estás en contacto con un entorno natural?, ¿Cuándo fue la última vez que te bañaste en un lago, que paseaste por la montaña, que te tumbaste en un prado?
Es probable que hace mucho más tiempo que el que te gustaría, en cambio si te pedimos que imagines un lugar donde pudieras relajarte y disfrutar, al describirlo mencionarías agua, arena, árboles, cielos azules, césped verde e igual el sonido de un rio o el piar de un pájaro. Los humanos estamos ligados a la naturaleza desde el origen de los tiempos.
Con el diseño biofílico se busca crear espacios donde los empleados puedan trabajar en oficinas que mejoren su bienestar más allá de colocar un par de plantas en las salas. Para ello existen tres principios básicos que el arquitecto británico Oliver Heath enumera del siguiente modo:
1. Introducir elementos de la naturaleza:
“A través de introducir los elementos adecuados, se pueden lograr transformar las oficinas tradicionales en lugares mucho mejores para nuestro bienestar físico y emocional, así como para nuestra productividad” ,O.H.
Zonas de trabajo muy luminosas con grandes ventanas que permitan renovar el aire rápidamente, preferiblemente con vistas a espacios no urbanizados. Algunas empresas situadas en plena urbe han optado por recrear cascadas de agua dentro de sus oficinas, programar ambientadores con olores marinos y/o florales, incluso cambiar el hilo musical por sonidos de la naturaleza. Los jardines verticales y la presencia de plantas son clave en este tipo de apuesta, pero es importante que sean autóctonas y vivan o mueran según la estación del año.
2. Emplear análogos de la naturaleza:
“Mejorar nuestra conexión con las formas de la naturaleza, con las plantas o los árboles no tiene por que ser con elementos naturales, también hay elementos artificiales que recrean estas formas” O.H.
Existen determinadas formas y colores que pueden recordarnos a elementos naturales y crear un efecto similar. ¿Acaso un puf no puede ser una roca muy cómoda? El uso de materiales como el cuero, el musgo o la madera también son un factor importante.
3. Crear espacios naturales:
“Crear espacios en los que quieras ir a trabajar. Zonas excitantes, que te animen a pensar, a ser creativo, y otras en las que te puedas relajar” O.H.
Una oficina espaciosa y sin barreras ofrece mayor sensación de amplitud, y esto beneficia a la comunicación interna, la planificación, la productividad y el buen ambiente. Por el contrario, si se busca crear zonas para la concentración y privacidad un lugar con asientos altos que den la espalda a los espacios de trabajo y miren al exterior es buena opción.
La aplicación de estas tres medidas tiene beneficios directos en el bienestar físico y emocional de la plantilla de cualquier empresa. Las empresas que han apostado por el diseño biofílico han reducido significativamente la fuga de talentos, incrementado el interés y el sentimiento de pertenencia de los trabajadores hacia la empresa, y reducido el número de bajas por enfermedad anuales. ¿No resulta por tanto una inversión interesante?
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