Desde junio hasta septiembre muchas empresas conectarán sus contestadores automáticos a partir de las 3:00 pm. Y es que la jornada intensiva, cada vez más extendida en nuestro país, comienza para un gran número de trabajadores. ¿Pero existen beneficios reales detrás de este horario de verano?
Aunque este horario no es aplicable a todos los gremios y trabajos, los expertos instan a las empresas que puedan implantarlo a que lo hagan en favor de mejorar la calidad del ambiente laboral. Según un estudio de la compañía Unipresalud parece ser que hay al menos hay siete importantes beneficios a tener en cuenta:
1. Es una apuesta clara por la conciliación familiar y laboral: los empleados que tienen las tardes libres pueden realizar tareas como ir a buscar a sus hijos a la salida del colegio o llevarlos a las actividades extraescolares.
2. Beneficia a la imagen de la empresa por parte de los trabajadores: los trabajadores suelen valorar esta medida de forma muy positiva, ya que consideran que no pasan todo el día dentro de su centro de trabajo.
3. Aumenta la felicidad laboral: este concepto mide el buen ambiente de trabajo que hay dentro de la empresa. Las compañías que apuestan por la jornada intensiva suelen tener unos mayores índices de felicidad, lo que contribuye a aumentar el bienestar laboral.
4. La productividad laboral se ve afectada de forma positiva: aunque pueda parecer extraño, el hecho de concentrar toda la carga laboral durante la mañana, provoca que los empleados no dejen las tareas para más adelante. Un hecho que aumenta la concentración y beneficia a la compañía.
5. Disminuye los costes fijos de las empresas: los costes de agua, luz, y el servicio de comedor son los primeros que se reducen con este tipo de medidas.
6. Las instituciones premian este tipo de iniciativas: las instituciones públicas empiezan a valorar estos métodos de motivación, y suelen premiar a las compañías que las llevan a cabo. Es decir, la flexibilidad laboral tiene premio.
7. No cuesta dinero extra a las compañías: apostar por una jornada intensiva no le supone un gasto extra a las empresas que adopten esta medida, ya que los recursos y el personal que se utiliza son los mismos.