Los momentos de desconexión y relax en la oficina son imprescindibles para que los trabajadores puedan recargar energías y continuar rindiendo durante toda su jornada de trabajo. Pero, hay un momento especialmente importante en el que debemos asegurarnos que los empleados pueden estar cómodos, y desconectar de verdad: se trata de la hora de la comida.
Comer con prisas, en el mismo puesto de trabajo, delante del ordenador, o recluidos en un rincón, son las peores prácticas que podemos fomentar en nuestra empresa. La hora de la comida es fundamental para mantener la salud, y las relaciones sociales. Comer con stress genera problemas de digestión que impiden que los trabajadores estén al 100%, y comer en solitario es prácticamente antinatural, ya que en todas las culturas la hora de la comida está asociada a un importante significado social y relacional. Si tus empleados comen en solitario, probablemente estén mucho menos felices y les cueste más relacionarse entre ellos.
Por eso, la mejor opción para tener a tus empleados felices y sanos es disponer de zonas de comedores en las oficinas donde puedan almorzar tranquilamente. Te damos todas las claves para lograr esa zona de comedor ideal en tu oficina.
Es posible que la oficina no cuente con suficiente espacio para poder acoger a todos los empleados en el mismo turno de comida. Si este es el caso, es importante sacar el máximo partido a cada metro disponible para hacer los menos turnos posibles, y que todos puedan comer con tranquilidad. Las mesas cuadradas permiten más comensales que las redondas, y las sillas sin brazos facilitan que más comensales puedan sentarse a la mesa. Escoge materiales resistentes y fáciles de limpiar, ya que tendrán un uso diario.
La iluminación para la hora de la comida debe ser cálida, las luces frías y neutras están bien cuando el trabajo requiere objetividad en los colores, pero para comer crean un ambiente un poco triste.
En cuanto a los colores, podemos utilizar una paleta diferente a la de la zona de trabajo, ya que se trata de diferenciar los espacios. En el comedor los colores alegres no están de más, y se puede apostar por tonos un poco más arriesgados que en otras zonas, como el naranja y el amarillo. Termina la decoración de la estancia con algún toque hogareño o divertido para darle personalidad.
Con estos consejos, sea cual sea el tamaño de tu oficina, lograrás una sala de comedor acogedora y práctica para tus empleados. ¡Bon appétit!
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