No hay nada como una oficina con luz natural para levantarnos el ánimo y mejorar la motivación de los empleados. La luz proveniente del sol mejora el rendimiento y la productividad, y resulta curativa para nuestra salud: es antidepresiva, regula los ciclos circadianos, mejora la vista, y disminuye los riesgos de padecer enfermedades autoinmunes y coronarias. Y, por si fuera poco… ¡es gratis!
Aunque no todas las oficinas tienen una orientación ideal para poder disfrutar de los beneficios de la luz natural, con un diseño inteligente y algunos trucos de decoración se puede conseguir mucha más luminosidad, y un ambiente más sano.
¿Quieres saber cómo? Te contamos los mejores trucos.
Si tienes poca luz en la oficina hay que aprovechar al máximo las entradas de luz natural disponibles. Para ello, fíjate en el camino que siguen los rayos del sol desde cada ventana o entrada de luz de la que dispongas, y trata de no colocar ningún mueble alto que interrumpa los haces de luz.
Cualquier objeto decorativo, tela, o mobiliario puede estar disminuyendo la luz disponible en tu oficina, e impidiendo que transite hacia otras zonas que permanecen en penumbra... Si los trasladas de sitio, notarás la diferencia al instante.
Tanto las puertas como las paredes son obstáculos para la luz, cuanto más abiertos sean los espacios, más luminosos serán también. Si puedes configurar la oficina para disponer de espacios más abiertos ganarás en luminosidad aunque se mantenga la misma entrada de luz.
Si necesitas dividir las zonas de la oficina, pero no quieres perder mucha luz, los paneles móviles o las mamparas son las mejores soluciones que podrás encontrar, porque además se fabrican en materiales que dejan pasar la luz. Dependiendo de las necesidades de privacidad y luz de cada zona, puedes elegir utilizar un cristal completamente transparente, u otros materiales translúcidos que ocultan las siluetas, e incluso disminuyen el ruido, sin restarle luz a la estancia.
El color blanco es el más luminoso de todos, ya que tiene la capacidad de reflejar hasta un 80% de la luz que recibe. Utilízalo para multiplicar al máximo el efecto de la luz natural en tu oficina al aplicarlo en las paredes.
Lo más efectivo son los tonos brillantes, y la pintura plástica con base de agua en color blanco puro. Además, hay algunas pinturas con componentes especialmente diseñados para reflejar la luz aún más que las tradicionales.
En cuanto al suelo, puedes optar por colores claro en madera de chopo, haya blanca, o fresno americano.
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Es una de las soluciones más económicas y fáciles de aplicar, pero los resultados son espectaculares. Puedes colocarlos en las paredes, cubriendo toda una superficie, en frente de las ventanas para multiplicar la luz, o situarlos estratégicamente formando un camino de luz para iluminar otras zonas.
Además de los espejos, cualquier superficie brillante y metálica también ayudará a reflejar la luz y mejorar el ambiente. ¡Te sorprenderán los resultados!
Con todos estos trucos podrás disfrutar de una oficina mucha más luminosa y alegre. En cualquier caso, recuerda que una buena iluminación artificial también es necesaria, combinando la luz directa y la indirecta para que el ambiente sea cómodo y acogedor.