Conseguir un nivel alto de concentración y mantenerlo hoy en día resulta muy difícil en parte por la cantidad de estímulos que nos rodean (el teléfono móvil y las redes sociales se declaran nuestra mayor distracción). Pero desconcentrarnos en el trabajo supone una bajada de productividad y un aumento del estrés, lo que se transforma a menudo en horas extra en la oficina. Habrá días que procrastinar no suponga un gran problema, pero cuando el reloj juega en nuestra contra a la hora de entregar un trabajo de buena calidad la concentración es la clave.
Tendemos a la multitarea y en cuanto llega un email dejamos lo que estamos haciendo para leerlo lo antes posible. Atendemos llamadas, hablamos con los compañeros del último episodio de la serie de moda, nos levantamos a tomar un café… Distraerse es facilísimo pero recuperar la concentración en una tarea que hemos dejado a medias no lo es tanto.
No cabe duda que tenemos el poder de concentrarnos, como cuando estamos viendo una película, leyendo un libro, jugando a un videojuego… Incluso existe un nivel de concentración donde rozamos la evasión. El reto es entrar en ese estado de casi aislamiento en el entorno laboral. Si se consigue tenemos la oportunidad de ser mucho más eficienteS.
Cada uno debe encontrar sus propios métodos de concentración. Ello nos permitirá realizar con mayor agilidad las tareas del día y vivir con menos agobio y estrés. Para ello existen herramientas como RescueTime, Toggl, StayFocusd, Focus Booster… Pero también hay métodos que dependen únicamente de nuestra voluntad como la técnica Pomodoro:
Y es que la satisfacción de completar una tarea es de las mejores sensaciones que hay en el día. La concentración también se entrena, empieza por poner tu teléfono en modo avión mientras estés haciendo un trabajo, cierra el correo, buscar un lugar sin distracciones… Poco a poco aprenderás cuáles son las medidas que mejor te funcionan para evadirte de distracciones.