Es probable que en alguna ocasión hayas perdido el interés por tu trabajo pese a que estés haciendo lo que más te gusta. Es una sensación que las personas que sufren mucho estrés sienten a menudo, y eso no es bueno ni para la salud, ni para el estado de ánimo, ni para tu productividad en la empresa.
Cuando el estrés laboral no es algo puntual y nos hace sentir desinterés por la profesión que hemos elegido, o la tarea que desempeñamos, decimos que sufrimos una "crisis de profesión". Caer en la rutina es fácil si se carece de ilusión por lo que se hace, por ello es conveniente tener en cuenta los siguientes consejos para volver a conectar con tu trabajo:
Si tienes el privilegio de trabajar de lo que te gusta, recuerda cuánto deseabas lograrlo antes de conseguirlo. No olvides cuáles eran tus motivaciones antes de comenzar y plantéate nuevas metas y objetivos. Cada día hay miles de personas que trabajan en lo que pueden y no en lo que quieren. Pero hay que recordar que "la perseverancia es lo que te hará llegar más lejos".
Para no quedarse "desfasado" en un mundo de constantes cambios y nuevos lanzamientos tecnológicos estamos casi obligados a mantenernos frescos en nuestras profesiones. A cierta edad, y con las obligaciones del día a día, parece casi imposible comenzar un postgradro o máster, pero se puede empezar por cursos más cortos dentro de tu área de interés. Una modalidad interesante a contemplar son los cursos online donde tú administras tu tiempo como quieres. Conocer nuevos conceptos te llevará a tener nuevas ideas para aplicar dentro de tus funciones, y quizá especializarte en nuevas tareas donde te sientas más a gusto y supongan nuevas motivaciones.
Si cuando tienes una nueva idea y la comentas con tu entorno, esas personas a tu alrededor te desaniman, es hora de cambiar de círculos que apoyen tu entusiasmo. Lo nuevo o desconocido suele dar miedo y la mayoría de las ideas de los emprendedores parecen descabelladas al comienzo. No te rindas y persigue tus sueños aunque el mundo te diga que es demasiado arriesgado.
El sentimiento de estar haciendo todo lo que está en tu mano y repitiéndolo cada día, además de monótono, acaba siendo frustrante. Hay que fijarse nuevos objetivos y trabajar por conseguirlos. Tener metas ayuda a motivarse nuevamente y conseguir buenos resultados, lo cual contribuirá a tu ilusión profesional sin duda. Y si tu empresa no te permite crecer más de lo que ya lo has logrado, quizá es buen momento para mirar hacia nuevos horizontes.
La mayor parte del día entre semana lo pasamos trabajando, y podemos hacerlo con amargura o buscando la parte divertida de ir cada día a la oficina a desempeñar nuestras tareas. Es necesario divertirse con lo que hacemos sin restarle seriedad y rigurosidad a las obligaciones. En CADOR tenemos comprobado que, si te sientes feliz en tu trabajo, aumentarás tu productividad, y por ello es tan importante ofrecer a los empleados los espacios que necesitan con la ergonomía adecuada. Ten una actitud positiva y disfruta, tratando de aislarte de los compañeros que te resultan tóxicos u hostiles. Y en cuanto a tus tareas, comienza el día por las que te resulten más engorrosas así podrás terminar cada jornada más relajado y no con el estrés que implica estar haciendo el trabajo que menos disfrutas.
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