Las oficinas tradicionales, con diferentes despachos y espacios compartimentados forman parte de un pasado que se está desvaneciendo rápidamente. Hoy en día ese tipo de diseño de oficinas ya no encaja con el espíritu de trabajo creativo y en equipo por el que apuestan la mayoría de las empresas.
La distribución en espacios abiertos, las mesas de trabajo compartidas y las herramientas tecnológicas interactivas son algunas de las características más comunes de las últimas tendencias en entornos de trabajo.
Sin embargo, no todo es color de rosa cuando hablamos de oficinas sin despachos, según estudio realizado por la BBC, los trabajadores son un 15% menos productivos y tienen grandes problemas para concentrarse en espacios de trabajo abiertos.
La clave para mantener la concentración puede estar en ciertos consejos que se centran tanto en la mentalidad individual de los trabajadores, como en la estructura operativa de la empresa:
Se trata de mejorar la concentración de los empleados facilitando períodos de concentración. Son cinco pasos clave:
Puedes solucionar el problema sugiriendo que tus empleados escuchen música, o "ruido blanco" con auriculares. El uso de auriculares se está convirtiendo en la abreviatura de “Estoy ocupado, no me interrumpas”, en los espacios de trabajo.
La concentración es un trabajo en sí mismo. Los espacios de trabajo abiertos dan a la dirección una sensación de control del trabajo, permitiendo al mismo tiempo que los empleados cambien de puesto de trabajo en cuanto al espacio, y con quien colaboran.
Llámalo organización de la concentración, o redefinición de la privacidad en el trabajo, pero cada trabajador tendrá así una responsabilidad en la carga de trabajo de consolidar el tiempo privado para mejorar su concentración. Todo el mundo se beneficia de un mejor equilibrio entre los objetivos personales y los del equipo en la oficina.