Gran parte del éxito de las empresas reside en la profesionalidad y productividad de sus trabajadores. Puedes tener una gran idea de negocio, un producto excepcional, pero si tus empleados no están a gusto ni felices será muy difícil que la empresa destaque frente a la competencia. Por este motivo resulta muy importante que las oficinas y espacios de trabajo saquen lo mejor de las cualidades profesionales de cada empleado, fomenten su productividad y al mismo tiempo velen por su bienestar físico y mental.
Pasamos casi tanto tiempo (despiertos) en el trabajo como en nuestra casa. Entonces, ¿por qué no ofrecer a los trabajadores espacios donde se sientan tan a gusto como en sus hogares?
Hace algunas semanas hablamos de los espacios lounge seating, lugares donde los empleados pueden relajarse y dar un break a la cabeza. Pero la comodidad no debe limitarse a espacios concretos, y para ello poner en práctica el Feng Shui, como se hace en algunos hogares, puede favorecer la productividad de los trabajadores para beneficio de la propia empresa.
El Feng Shui es una disciplina ancestral basada en la atracción de las buenas energías y el bienestar. No existe un buen ambiente de trabajo sin que fluya la energía positiva, la cual ayuda a aplacar el estrés y fomentar el compañerismo. Para poner en práctica esta técnica primero se ha de analizar todos los elementos existentes en la oficina y su disposición. A continuación, se han de aplicar las seis pautas básicas que todo experto en Feng Shui en la oficina aconseja para conseguir la armonía entre los empleados y su espacio de trabajo:
El color: Los colores afectan directamente a nuestro estado de ánimo. Los tonos amarillos son perfectos para zonas donde se ejecuten tareas repetitivas mientras que los anaranjados se utilizan en departamentos donde se negocia y dialoga. El color verde ayuda a ser más creativo, el azul es perfecto para personas que trabajan solas y el blanco ayudan a la agilidad mental.
La orientación. Aunque están tendiendo a desaparecer, si en la oficina aún hay despachos se debe evitar que el escritorio esté en línea recta respecto a la puerta de entrada. Y si el espacio es compartido lo mejor es que las mesas se coloquen de forma que no exista un contacto directo entre compañeros para favorecer la concentración.
El orden. Si el espacio no está despejado y limpio no hay Feng Shui. Para que las energías fluyan no puede haber obstáculos por medio. Además, el orden de por sí es más estético que el caos.
La naturaleza. La presencia de flores y plantas es siempre bien acogida por los empleados, especialmente si la oficina es pequeña y poco luminosa. Según las leyes del Feng Shui las plantas de hojas redondeadas sirven para absorber las energías negativas y además estimulan la creatividad.
El escritorio. Las mesas de trabajo deben huir del clásico rectángulo con esquinas puntiagudas para dar paso a escritorios redondeados y con forma de media luna. De forma general, el Feng Shui se aleja de todo tipo de ángulos y esquinas afiladas.
Respaldo. Las sillas además de ergonómicas deben tener respaldos que aporten sensación de protección. Las personas que trabajan de espaldas a zonas de paso están en situación de alerta de forma natural. En cambio, quienes tienen paredes detrás están más relajados.
Para que la comunicación y el buen ambiente fluya huyendo del estrés y el malestar poner en práctica estos consejos de Feng Shui en la oficina puede ser muy beneficioso para los espacios corporativos que proporcione equilibrio y armonía entre empleados y sus zonas de trabajo.