¿Alguna vez has calculado la cantidad de horas que pasas delante del ordenador? Y no sólo nos referimos a horas de trabajo, seguro que en casa también dedicas tiempo sentado frente a la pantalla. Por tanto, es necesario poner en práctica algunos hábitos saludables para mejorar nuestra salud física y mental. Estos son algunos consejos que nos gustaría sugerir:
Cumple con el horario laboral. El trabajo nunca termina, podrías estar trabajando una semana sin dormir y siempre te quedaría algo que hacer. Controla tus horas y prepárate para ir a casa veinte minutos antes de tu hora de salida. En esos 20 minutos remata los asuntos urgentes, planifica el día siguiente y ordena tu mesa para evitar el desorden.
Ponte en pie. Al menos 1 minuto cada hora busca una excusa para darte un paseo y activar la circulación. Ve al baño, a beber agua, a hablar con un compañero… Además de tu salud también tu productividad te lo agradecerá.
Sal a tomar el aire. Si no eres fumador seguramente no sales de la oficina en todo el día. Intenta salir a la calle en un descanso. Por ejemplo, después de la comida es buena idea dar un paseo de 10 minutos.
Stop notificaciones.No cometas el error de mirar tu bandeja de correo a cada minuto o nunca te dará tiempo a ejecutar tu lista de tareas. Revisa tu email una vez cada hora y concéntrate en tu trabajo. Tener varios frentes abiertos a la vez reduce la productividad.
Los clásicos. Hay buenos hábitos que nos sabemos de memoria pero a menudo no llevamos a la práctica, como por ejemplo: sentarse correctamente en la silla, beber al menos 1,5 litros de agua, tener snaks sanos y fruta a mano para la media mañana y la merienda, elegir las escaleras antes que el ascensor, y mantener el buen humor y sintonía con tus compañeros.
Trata de ir introduciendo poco a poco uno de estos hábitos en tu día a día. Cumplir con todos de la noche a la mañana es difícil y podrías acabar tirando la toalla. Empieza por hábitos sencillos hasta convertirlo en costumbre y verás cómo tu calidad de vida en el trabajo va mejorando.