Todo buen empresario debe ofrecer un ambiente de trabajo adecuado, confortable y que no origine riesgos para la seguridad y salud de sus empleados, o en su caso minimice los riesgos tanto físicos y psicosociales a que puedan estar expuestos en el desempeño de sus funciones.
Para ello, los responsables deben identificar y evaluar dichos riesgos y adoptar las medidas pertinentes encaminadas a eliminar los que sean innecesarios, prevenir los que puedan surgir y evitar accidentes de trabajo y/o posibles enfermedades profesionales.
Garantías mínimas para los empleados:
- Fácil acceso de entrada y salida a su lugar de trabajo. Tanto los accesos como las vías de circulación (puertas, pasillos, escaleras, rampas, etc.) deben estar adaptados al número de trabajadores y a las tareas realizadas en el lugar de trabajo, asegurando la evacuación en cumplimiento de la normativa. Si hay personas discapacitadas el espacio debe contar con las ayudas necesarias y eliminar barreras arquitectónicas que les impidan desplazarse con facilidad.
- Limpieza y organización. El espacio de trabajo debe estar limpio y ordenado, llevándose a cabo un adecuado mantenimiento de las instalaciones, que facilite la eliminación de posibles riesgos para seguridad y salud de los trabajadores.
- Espacio suficiente. Poder moverse con libertad es primordial, así que es necesario que las oficinas cuenten con el espacio suficiente para que cada trabajador pueda desempeñar con holgura su trabajo.
- Climatización. Para asegurar el confort en el lugar de trabajo es necesario un cuidadoso control de las condiciones termohigrométricas. Estas deben adecuarse mediante la climatización y la ventilación a las condiciones particulares del espacio y a las tareas que se desarrollan en él.
- Instalaciones eléctricas. Deben contar con las protecciones necesarias y situarse en el lugar adecuado para evitar cualquier accidente causado por contactos directos o indirectos.
- Iluminación. Hay que proporcionar la luz suficiente en los puestos de trabajo, adaptada a las exigencias visuales de las tareas desarrolladas, evitando deslumbramiento y asegurando un iluminación lo más homogénea posible. Para evitar que un fallo en el alumbrado pueda suponer un riesgo en la seguridad de los trabajadores, se debe dispones de un alumbrado de emergencia de evacuación y de seguridad.
- Equipamiento. Los escritorios y las sillas proporcionadas deben cumplir con los requisitos mínimos de calidad ergonómica. El mobiliario ergonómico se adapta a las dimensiones de la persona y se adapta al movimiento natural de cuerpo, previniendo las molestias y las malas posturas que pueden afectar al confort, la salud y la productividad.
- Sistemas de tareas. Una correcta organización del trabajo evitará situaciones estresantes que desemboquen en desmotivación y problemas psicosociales.
- Plan de emergencia. El lugar de trabajo debe contar con características constructivas, que faciliten en caso de emergencia la rápida y segura evacuación de los trabajadores y debe cumplir la normativa contraincendios en cuanto a equipos y señalización.
- Servicios higiénicos y locales de descanso. Contar con comedores, aseos y lugares de descaso adecuadas al número de trabajadores favorece la productividad y el bienestar de los trabajadores.
Además de estas medidas es fundamental generar cultura de autocuidado entre los empleados y formarle en el uso adecuado de los equipos que utilicen para el desarrollo de sus tareas, así como sensibilizarles en la importancia del cuidado de su salud común.
En CADOR realizamos un seguimiento de las instalaciones en los años sucesivos al proyecto inicial, responsabilidad que para muchos de nuestros clientes supone una razón más para continuar trabajando con nosotros.
