Un buen ambiente laboral se consigue gracias a un diseño planificado de los distintos espacios de trabajo y a la implantación de buenas prácticas que den respuesta a las necesidades de los empleados. Puedo parecer asombroso que nosotros lo afirmemos con tal rotundidad, pero lo cierto es que en un espacio de trabajo, el diseño de la oficina no lo es todo.
¿De qué sirve diseñar una sala de juegos para fomentar la creatividad de los empleados y ofrecer una vía de escape ante momentos de bloqueo y estrés, si luego está mal visto que la usen durante su jornada de trabajo? Los espacios han empezado a transformarse, pero no la mentalidad.
Las empresas, independientemente de su tamaño, deben ir cambiando la idea de oficina clásica existente hasta ahora. Para empezar, porque los trabajos y tareas ya no son las mismas que hace 20 años, y para continuar, porque cada vez son más las nuevas profesiones que aparecen.
El éxito de una empresa está en parte determinado por la buena o mala relación que tenga con sus empleados. No se pueden exigir resultados inmediatos sin antes haber trabajado políticas que hagan equipo como la del compañerismo o la colaboración. Es muy importante escuchar a los trabajadores y llegar a un entendimiento, que sin duda beneficiará a ambas partes:
¿Qué clase de salas necesitan para desempeñar sus tareas?
¿Qué tipos de espacio agradecerían aunque no sean necesarios?
¿Qué tecnología es la adecuada para ser más productivos y sostenibles?
También te puede interesar: Búsqueda de inmuebles
Pero lo más importante es que si la compañía decide crear una sala de brainstorming, (comunes en entornos creativos como la publicidad), no se extrañe de su uso. En estas salas suele haber pufs, sofás, cojines… Es un espacio de trabajo confortable creado para que la creatividad fluya y las ideas se pongan en común. Por tanto, ver a un grupo de empleados reír al unísono, dibujar, o escenificar una situación no quiere decir que no estén trabajando. Es mucho más probable que una buena idea nazca en un entorno así, que alguien que está sentado frente a un ordenador sin ningún tipo de feedback de otros compañeros.
