Un sonido desagradable, o estridente puede volverte loco y destrozar tu concentración, sin embargo el sonido adecuado puede relajar tu mente, potenciar tu concentración, alejar las distracciones y ayudarte a acabar tu lista de tareas en el trabajo de forma más eficaz.
Pero ¿Realmente la música te hace más productivo?
El estudio más renombrado sobre el efecto de la música en la mente se refiere al llamado efecto Mozart, que sugiere que escuchar cierto tipo de música (las obras clásicas de Amadeus Wolfgang) impacta y potencia el razonamiento espacio-temporal, o la capacidad de pensar en soluciones más abstractas a largo plazo para los problemas lógicos que surgen.
El efecto Mozart ha sido un tanto exagerado y sobrevalorado, e incluso refutado, pero eso no significa que no se pueda trabajar mejor con un determinado tipo de música.
En un estudio reciente, los investigadores de la Universidad de Illinois descubrieron que escuchar música aumentaba la producción laboral en un 6,3% en comparación con el grupo de control utilizado.
Aquí tienes algunas sugerencias sobre dónde encontrar música para disfrutar y concentrarte en el trabajo.
La opción Clásica
La ornamentada instrumentación y composición de la música clásica barroca recibe mucha atención por sus posibles efectos mentales. En un estudio, ocho radiólogos tenían que pasar el día escuchando melodías del período barroco. En su mayoría notaron un mejor estado de ánimo y mayor productividad, excepto para un trabajador que dijo que la música tenía un efecto negativo en su concentración.
Si el sonido barroco no te convence, puedes probar con melodías pop en un estilo de cuarteto de cuerdas, o música de cámara. No es el mismo tipo de arreglo profundo que la música clásica tradicional, pero no hay las letras que distraen y atenúa los extremos más molestos de la música pop.
La opción ambiental/ Electrónica
La etiqueta de música ambiental se ha utilizado de una manera demasiado amplia. Sin embargo, en su esencia, toda la música ambiental está diseñada para no molestar, pero aún así mantener tu cerebro involucrado a un nivel subconsciente inferior.
Una variante moderna, es el chillout, que al igual que la música ambiental original, está concebida para relajar la mente, al mismo tiempo que te proporciona el estímulo suficiente para inspirarte en el trabajo.
Las últimas investigaciones apuntan que la música ayuda a lidiar con las emociones negativas como el estrés, la ansiedad y la depresión. Además, según los investigadores escuchar música alegre o triste puede hacernos percibir a los otros como felices o tristes, respectivamente. Todos estos hallazgos dejan claro que, para bien o para mal, el impacto de la música en nuestras emociones es muy real.
La neuro-musicología estudia cómo reacciona nuestro sistema nervioso a la música, ya que la música desde el oído involucra diferentes áreas de nuestro cerebro, algunas de las cuales también se utilizan para otras funciones cognitivas.
Sorprendentemente, el número de áreas cerebrales activadas por la música varía de unas personas a otras, dependiendo de su formación musical y de sus experiencias personales con la música. Por lo tanto, también es posible que la forma en que la música impacta nuestra capacidad para concentrar, o sentir una cierta emoción varíe de una persona a otra.
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